No son los primeros ni los únicos, son los míos

Era viernes y en la tele reponían Los Diez Mandamientos. Era Semana Santa. Y el jueves santo perdí dos primos. Dos. Uno, por la mañana. Otro, doce horas después, por la noche. Y yo me quedé sin palabras. Con uno me crie. Era como un hermano. El hermano de quien es mi hermana de alma. El otro se ganó su condición de familia por matrimonio, pero sobre todo se la ganó por lo buena y gran persona que era.

Indigerible

Y luego llegó el tiempo del confinamiento. Ése que se llevó tanta gente de nuestro lado. Y pensando me llegó la música y la letra de un poema de Manuel Alcántara, "No pensar nunca en la muerte". ¿Lo conoces?

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